Para los Católicos Hispanos, el Encuentro trae sentido de pertenencia

FREEHOLD — Andrés Arango, el Delegado del Obispo para el Ministerio Hispano, rápidamente captó la atención de los más de 350 laicos y clero Hispanos que acababan de acomodarse en sus asientos en la Co-Catedral de San Roberto Belarmino la mañana del sábado 28 de abril.
“Jesús debe ser el centro de nuestras vidas. Cuando realmente nos enamo-ramos de Él, nuestras vidas cambian”, dijo motivando a su audiencia.
“¿Cómo convertimos a Jesús en el centro de nuestras vidas? Cultiva un encuentro personal con El. Y se un verdadero discípulo misionero: se una persona que se abre a los demás, haciendo posible que tengan un encuentro con Jesucristo. Nunca debemos dejar de comunicar lo maravilloso que es Jesús”, afirmó Arango.
El líder del ministerio Hispano, junto con otras 49 personas de la Diócesis de Camden, incluyendo al Obispo Dennis Sullivan, viajaron a Freehold a fines de abril para la reunión del V Encuentro de la Región III.
Reuniendo al clero y a laicos de toda Nueva Jersey y partes de Pensilvania, la reunión de todo el día fue la conti-nuación de un proceso de cuatro años en el que los Católicos Hispanos disciernen las mejores prácticas en temas tan importantes como inmigración, alcance, liderazgo y discipulado misionero.
Los Católicos Hispanos jóvenes y adultos mayores, sacerdotes, religi-osos/religiosas, y laicos se congregaron en las mesas para fortalecerse a sí mismos, a su comunidad y a su iglesia.
“Ha sido maravilloso conectarnos”, comentó la Hermana Veronica Collado, de la comunidad religiosa Misioneras de María Formadora de la Parroquia Santa María del Monte Carmelo de Hammonton.
Después de hacer el viaje en autobús a Freehold con otra hermana, Madre Dulce Cruz de María y otros Hispanos del sur de Nueva Jersey, encontró el día productivo, y regresó renovada y con ideas nuevas para el ministerio de jóvenes en su parroquia, específicamente sobre cómo mejorar “la formación religiosa de los jóvenes a través de programas como retiros y educarlos sobre la importancia de la oración”, dijo.
Estrellita Martinez, de 24 años, una de las integrantes más jóvenes de la delegación de Camden, se complació en conocer a “otros de la Región III, que están igual de entusiasmados que yo (sobre el ministerio Hispano y el V Encuentro); es genial que la iglesia joven tenga una voz”.
De la Parroquia Divina Misericordia en Vineland, ella es una líder del Ministerio Milenio Católico de la
iglesia, que reúne a jóvenes adultos los viernes para hacer oración, sociali-zación e intercambio de fe.
En medio de  las presentaciones inspiradoras y los diálogos en las mesas, se celebró una Misa con el Cardenal Joseph Tobin de Newark y como co-celebrantes el Obispo Sullivan; el Obispo James F. Checchio de Metuchen; el Obispo Manuel A. Cruz, auxiliar de Newark; el Obispo David M. O’Connell de Trenton; el Obispo Edward M. Deliman, auxiliar de Filadelfia; y el Obispo Joseph Bambera de Scranton, PA.
Dirigiéndose a la congregación en su homilía, el Cardenal Tobin deseó que la ocasión del V Encuentro de la Región III sea “un encuentro que nos llene de alegría y un encuentro que nos invite a un nuevo tiempo de evan-gelización … y que guíe a la Iglesia en los años venideros.”
Este otoño, Hispanos Católicos de todo el país continuarán la conversación en el V Encuentro nacional en Texas. Para mí, el Encuentro Regional fue una experiencia eclesial, es decir, una experiencia de pertenencia a nuestra Iglesia Católica”, comentó el Obispo Dennis Sullivan.
Al explicar el proceso que su diócesis y otras han estado llevando a cabo, dijo que “los delegados se reunieron con sus obispos. Los de nuestra diócesis han participado en el proceso de Encuentro durante los últimos dos años. Primero en los pequeños grupos en sus propias parroquias; luego, en nuestro Encuentro Diocesano con representantes de 24 de nuestras parroquias”.
Sin embargo, “en el Encuentro Regional (en Freehold) el círculo era más amplio. Cada reunión se basa en la reunión previa que es parte del proceso del Encuentro. Está diseñado para que los participantes conversen mientras reflexionan sobre sus experiencias de iglesia y respetuosamente se escuchan unos a otros como hermanas y hermanos en Cristo. Todo esto para fortalecer la vida de la iglesia, particularmente para los hispanos en nuestro país”.
Por último, el Obispo Sullivan llamó al Encuentro Regional “una experiencia eclesial dinámica y alentadora para los participantes. El Espíritu Santo se movía entre ellos”.

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