Inscripciones Latinas aumentan, por buenas razones

Por Marianela Nuñez
Crecí en la República Dominicana, donde mi abuela desde una edad temprana me envió a una escuela católica. Ella no solo creía en la educación, sino en una buena educación católica, y buscó ayuda para enviarme al Colegio Nuestra Señora del Carmen. Allí  aprendí autodisciplina y desarrollé una pasión por el aprendizaje. También aprendí que Jesús está y siempre debe estar en el centro de nuestras vidas. Por lo tanto, debemos hacer que se sienta orgulloso de nuestro trabajo y nuestras acciones buscando siempre ser la mejor versión de nosotros mismos.

Vine a los Estados Unidos hace más de 10 años cuando tenía 20. Llegué con el sueño de obtener una educación universitaria. Ahora tengo una familia aquí, una maestría y un trabajo y me siento bienvenida y respetada por lo que he logrado. En mi país, la gente cree que, si vienes a los Estados Unidos, trabajas duro, y vas a la escuela, tendrás éxito. Eso ha sido cierto para mí. He tenido la suerte de experimentar lo que Martin Luther King imaginó: vivir en un ambiente donde las personas no son juzgadas por el color de su piel, o de dónde vienen, sino por su carácter.

Mi trabajo es ayudar y servir a mis compañeros inmigrantes latinos que, como yo, vinieron a los Estados Unidos buscando una vida llena de oportunidades y esperanzas. Algunos huyen de la guerra, la violencia y el hambre, pero todos vienen con el sueño de vivir en un país donde las claves del éxito no son ni más ni menos que la educación y el trabajo duro.
Esta es una de las razones por las que dar a los niños acceso a excelentes escuelas católicas, escuelas que aumentan sus posibilidades de ir a la universidad, es algo tan apreciado para mí. La otra razón, por supuesto, es que las escuelas católicas aquí, al igual que la escuela católica a la que asistí en la República Dominicana, consideran que el desarrollo espiritual y moral de los niños es su máxima prioridad. En las escuelas católicas del sur de Jersey, los niños son bienvenidos, aprenden a hacer de Jesús el centro de sus vidas y reciben una educación académica rigurosa.
Desde el comienzo de mi jornada en la Diócesis de Camden, la inscripción de latinos en nuestras escuelas católicas ha aumentado del 11% de nuestra inscripción total al 18% de nuestra inscripción total en nuestras escuelas primarias. Es una bendición ver a más familias latinas que comparten nuestros valores católicos uniéndose a las escuelas. Tenemos tanto para dar, así como también tanto para recibir. Animo a la comunidad del sur de Jersey a continuar abrazando a estas familias al mismo tiempo que animo a mis compañeras familias latinas a adoptar la diversidad étnica que los rodea.
Dios es un Dios de todos y ama la unidad. En estos tiempos difíciles, cuando podemos sentir el odio que nos rodea, es correcto y justo mostrarles a nuestros hermanos y hermanas que como católicos somos gente de amor y paz.
Marianela Nuñez es la directora de inscripciones Latinas de la Diócesis de Camden.

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