Encuentro Mundial de Las Familias 2018

Hace tres años, el Papa Francisco estuvo cerca de nuestra diócesis, cuando vino a celebrar el Encuentro Mundial de las Familias en septiembre de 2015 en Philadelphia. Miles de familias de Estados Unidos y el mundo entero vinieron a nuestra área para reflexionar acerca del valor de la familia cristiana en la sociedad. En esa oportunidad, mi esposa Kathia y yo, tuvimos el privilegio de ser invitados como presentadores, para hablar de la espiritualidad en las familias católicas. El tiempo pasa rápido y la iglesia sigue desarro-llando su pastoral familiar, es así que como regalo de Dios fuimos enviados a Dublín, Irlanda a participar del Encuentro Mundial de las Familias (EMF) 2018. En esta ocasión, deseo compartirles algo de nuestra reciente experiencia.
El tema del EMF, que tuvo lugar del 21 al 26 de agosto, fue “El Evangelio de la Familia: Alegría para el Mundo”. De miércoles a viernes, se desarrolló el Congreso Pastoral, en el cual más de 20,000 personas de todo el mundo participaron en diferentes momentos de oración, reflexión, formación y convivencia para discernir las mejores maneras de servir a las familias católicas y a la vez recibir motivación para ser testimonio de Dios en los hogares en el mundo actual. Además de las enseñanzas principales y de los diversos talleres con temas de vital importancia para la pastoral familiar, celebraciones eucarísticas diarias tuvieron lugar en la arena del Royal Dublin Center, el cual es un campo abierto que nos permitía entrar en intimidad con Dios, a través de la oración y de las maravillas de su creación. Paralelamente, se desarrolló un encuentro para los jóvenes y otro para los niños. Realmente, Dublin presentó un evento multigeneracional, evangelizando a los diversos miembros de las familias de la mejor manera posible de acuerdo a su edad.
Quisiera resaltar la enseñanza principal del vienes por la tarde, en la cual, el Cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria habló de la familia como una clave para la paz en un mundo turbulento. Fue impactante ver las imágenes proyectadas en las pantallas gigantes de la arena principal, en las cuales se mostraban familias, especialmente niños, afectados por la
guerra en Siria. Como cristianos, el Evangelio nos invita no solo a amar y estar pendientes de nuestra familia, sino también ir a la periferia, orando por quienes sufren persecución alrededor del mundo y comprometiéndonos en los ámbitos sociales para amar y acoger aquellas familias que sufren desesperadamente.
Hubieron dos talleres que llamaron nuestra atención. El primero fue con la Dra. Mary Aiken, profesora asociada del Instituto Geary para Políticas Públicas y asesora académica para el Centro Europeo de Cibercrimen de Europol. Esta fue una gran presentación interactiva sobre el empleo de la tecnología para el bien en nuestro mundo y en nuestros hogares. La Dra. Aiken, una psicóloga cibernética, mostró con estadísticas concretas como cuando la tecnología no se usa adecuadamente destruye millones de familias. Además alertó de los grandes peligros a los que están expuestos
nuestros hijos cuando no tenemos un sano control del uso del internet. Finalmente, habló de la gran importancia de la tecnología en la sociedad actual. Fue impactante saber que la nueva serie CSI: Ciber, es basada en sus descubrimientos y escritos.
El segundo taller que deseo mencionar fue presentado por el Padre Leo Patalinghug, sacerdote residente en Baltimore, que además es chef. Su presentación titulada “aderezando nuestra vida matrimonial: satisfaciendo el hambre de amor verdadero de las parejas”, fue una demostración práctica de la nueva evangelización. El auditorio estuvo colmado de miles de personas que reímos durante una hora al verlo cocinar, mientras transmitía de una manera dinámica la alegría del evangelio a las familias. Al final de su presentación corrían lágrimas de emoción en muchos de los participantes al renovar sus promesas matrimoniales y comprometerse a ser testimonio de santidad en las familias.
Lógicamente, el culmen del EMF, fue la presencia del Papa Francisco, quien se reunió con cientos de miles de personas el sábado en la noche en el estadio Croke Park, para celebrar el Festival de las Familias, uno de los eventos más hermosos y significativos. Fue una celebración de la vida familiar con espectáculos de música y danza, así como también el testimonio de fe de familias de diferentes partes del mundo. Andrea Bocelli cerró la noche con un espectacular concierto. Finalmente, el Encuentro Mundial de las Familias concluyó con una Celebración Eucarística Solemne, el domingo, en el Phoenix Park, siendo el celebrante principal el Papa Francisco.  Dicha Eucaristía reunió a personas y familias de todo el mundo en comunión y acción de gracias.
Mientras caminamos como iglesia al próximo EMF que tendrá lugar en el año 2021 en Roma, Italia, esperamos reflejar el amor de Dios a través de nuestras familias cristianas, recordando cada día las palabras que Su Santidad expresó en su homilía final en Dublín: “Con los sacramentos del bautismo y de la confirmación, cada cristiano es enviado para ser un misionero, un “discípulo misionero” (cf. Evangelii gaudium, 120). Toda la Iglesia en su conjunto está llamada a “salir” para llevar las palabras de vida eterna a las periferias del mundo. Que esta celebración nuestra de hoy pueda confirmar a cada uno de vosotros, padres y abuelos, niños y jóvenes, hombres y mujeres, religiosos y religiosas, contemplativos y misioneros, diáconos y sacerdotes, y obispos, para compartir la alegría del Evangelio. Que podáis compartir el Evangelio de la familia como alegría para el mundo.”
Andrés Arango, Delegado del Obispo para el Ministerio Hispano y Director de Evangelización, Diócesis de Camden.

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