Que tengan una santa Cuaresma

Desde el Día de San Valentín, el 14 de febrero, hasta el Día de los Inocentes, el 1 de abril, es un largo período de 46 días. Ambos días son bien conocidos y se observan y celebran con sus costumbres particulares. Este año hay una ocurrencia inusual: el Día de San Valentín es el Miércoles de Ceniza y el Día de los Inocentes es el Domingo de Pascua, los cuales también son ampliamente observados y celebrados con sus costumbres particulares. Dos fiestas seculares yuxtapuestas con dos festividades religiosas. Un corazón rojo, el símbolo icónico del Día de San Valentín, también habla del amor de Dios que “amó tanto al mundo que dio a su Hijo único,” Jesucristo, cuya muerte en la Cruz logró la salvación cuando resucitó de entre los muertos en la Pascua.
Para nosotros, los Católicos, dentro de estos 46 días caen otras prácticas religiosas, por ejemplo, el 17 de marzo, San Patricio; el 19 de marzo, San José; una fiesta de la Santísima Virgen, el 25 de marzo, la Solemnidad de la Anunciación y los Cuarenta días de Cuaresma y Semana Santa que culminan con los Tres días del Triduo Pascual (Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo).
Los 40 días de Cuaresma pueden ser un tiempo de crecimiento espiritual logrado a través de prácticas de penitencia, caridad y oración. La Cuaresma es una celebración anual porque cada año nosotros pecadores necesitamos esta temporada penitencial. La Semana Santa, una semana diferente a cualquier otra, culmina con los 3 días del Triduo Pascual durante el cual se recuerdan y hacen presente la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesús. El Domingo de Pascua da comienzo a los 50 días del tiempo de la Pascua durante el cual se celebra la nueva vida del Señor Resucitado y nuestra participación en ella.
El tiempo entre el 14 de febrero y el 1 de abril puede parecer desalentador para algunos, lo que puede disuadirlos de entrar en el “espíritu” de estos días. La determinación personal y la decisión intencional son necesarias para vivir estos días de gracia con el objetivo de crecer en Cristo.
El Papa Francisco, en su mensaje para la Cuaresma de 2018, llama a las prácticas tradicionales de la Cuaresma (oración, caridad y ayuno) un “remedio calmante”. Los sacrificios que requieren estas prácticas pueden ablandarnos ya que nos hacen pensar menos en nosotros mismos y más en Dios y en otros. Son tan válidos para nuestro crecimiento espiritual como lo han sido por generaciones.
A través de la oración, le damos más tiempo a Dios que alivia nuestras cargas y preocupaciones y que nos ama y vela por nosotros; a través de la caridad damos limosnas para que Dios pueda ayudar a alguien; y a través del ayuno nos sacrificamos para que nuestra hambre y sed de Dios se vuelvan más pronunciadas en nuestras vidas. Para muchos, el ayuno es físico, pero para otros el ayuno puede ser mediante acciones como revisar nuestros teléfonos celulares con menos frecuencia, abstenerse de usar el internet o renunciar a la televisión. Estos pueden ser más apropiados para muchas personas.
La Semana Santa es la culminación del viaje Cuaresmal. Los ritos litúrgicos del Triduo Pascual recuerdan los eventos de nuestra salvación que Jesucristo conquistó para nosotros. Su memoria se hace presente para nuestra participación. Las liturgias de estos días son únicas. Planee estar presente en su Iglesia Parroquial para verdaderamente celebrar y compartir el regalo de la salvación en Cristo.
El Domingo de Pascua y el Tiempo de Pascua nunca se cansan de proclamar que Cristo HA Resucitado; que Él que salió de la tumba ES el Señor, el vencedor del pecado y de la muerte. Nuestra fe proclama que ÉL HA RESUCITADO, Él vive y compartimos en Su vida a través del Bautismo.
Nos esperan días de gracia y crecimiento en Cristo; días de sacrificio y abstinencia y días de alegría y celebración. No los deje pasar sin observarlos. Decida qué hará durante la Cuaresma y la Pascua. La Iglesia proporciona pautas y reglamentos que se pueden encontrar en la página 3 y su párroco pone a su disposición una variedad de devociones y programas de Cuaresma que pueden ser útiles.
Que tengan una santa Cuaresma y que en los días venideros, puedan crecer en el amor de Dios.

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